domingo, 25 de julio de 2010

Buscando una palabra en el desierto


Desierto del Neguev
Un hombre caminando por el desierto, lleva a su familia a cuestas. No hay nada, tan solo tierra, aire y una sensacion de perdida, de no encontrarse ni encontrar nada. Algunos pajaros le indicaron el camino, pero estos vuelan y el no. Algunos pajaros le indicaron un camino que lo llevo a adentrarse mas en el desierto, sorteando dunas, montañas y tormentas. Al final se canso de los pajaros, urracas en su opinion. Se alimenta de lo poco que encuentra, y la mayoria va para su familia.

En medio del desierto hay una casa enorme, bien fortificada, con aire acondicionado, agua potable, un huerto, y todo tipo de tecnologia moderna que uno se pueda imaginar. El hombre llama a la puerta y nadie contesta. Vuelve a llamar, y nadie contesta. Intenta saltarse la valla para conseguir algo de fruta y una rafaga de disparos le contesta. El sale corriendo, pero entonces los pajaros en bandadas atacan la casa. Las rafagas matan a la mitad de los pajaros y gran parte de ellas se dirigen hacia el y su familia, matando a un hermano. El pide a los pajaros que no vuelvan a atacar. La valla que rodea la casa se hace mas grande y mas amplia.

El hombre llama a la puerta y un Viejo barbudo contesta que si quiere algo de fruta solo puede entrar el, pero no su familia. El dice que no puede permitirlo, pero despues de una dura conversacion decide que entre uno de sus hijos. El viejo vuelve a hacer mas grande y mas amplia la valla

El y el resto de su familia siguen fuera, pensando que su hijo estara major, aunque separados. De repente llueve y consiguen agua pero estas lluvias son intermitentes y no hay agua para siempre.

El hombre llama por ultima vez, pero el Viejo vueve a rechazarlo y construye una valla mas amplia aun. Entonces el hombre se da cuenta de una cosa: el Viejo esta encerrado en su jaula de oro.

Sameh comentaba que el hombre refleja a los palestinos y su sensacion de perdidos en el desierto de la Historia, los pajaros: los paises arabes y la lluvia: Europa y su “ayuda humanitaria”.

Estoy buscando la palabra, como Borges, que pueda encerrar en una definicion todo lo que pasa, paso y pasara. Pero ni si quiera la parabola de Sameh me sirve. Me gusta la sensacion de perdida palestina y la sensacion de jaula de oro Israeli. Tampoco me sirven palabras como apartheid, colonizacion u ocupacion. Pero no creo que con dos meses se pueda escribir algo sobre sensaciones, a lo mejor sobre un monton de datos que no llevan a ninguna conclusion. Un profesor mio decia con respecto a China (pero es igual de valido para esta tierra) “pasa dos semanas y podras escribir un libro, pasa dos anyos y podras escribir un articulo, pasa diez o una vida, y no seras capaz de escribir mas de una pagina”. Yo solo busco la palabra, pero todavia no hay hombre que la haya inventado.

jueves, 15 de julio de 2010

De lo visible y lo invisible

En México, la gente no ve la televisión, la mira. Esto podría parecer un detalle sin importancia, pero no lo es. En ningún caso lo es. No es lo mismo mirar hacia los políticos corruptos que verlos. Ni tampoco mirar los seis mil muertos del año pasado que verlos. Nunca se sabe lo que puede pasar si se ve la realidad, o lo más parecido a ella que se pueda percibir. No se sabe lo que pasará si se ve lo invisible. Muchas cosas en este país son invisibles. No quiero decir marginales, quiero decir invisibles, imposibles de ver, mucho menos de tocar. Ejemplos notables de invisibilidad son los pobres, pero es un ejemplo demasiado típico. Ya hay antropólogos que se han dedicado a investigar lo invisible en este sentido: en la gran y feliz cosmópolis, no existen las chabolas, ni los toxicómanos, ni siquiera los ladrones, los asesinos o los violadores hasta que un desafortunado, pero, por lo demás, excelente ciudadano, se encuentra con ellos, se enfrenta a ellos, los sufre. Sin embargo, México es diferente. Eso es visible, está a plena luz, cualquiera puede contar decenas de anécdotas, propias o ajenas, de situaciones terribles: secuestros express, dedos que viajan por correo, cabezas que penden de la mano de algún forense, tras un ajuste de cuentas demasiado vehemente, campesinos que mueren para chantajear a sus patrones con la "protección" adecuada, viejos métodos en el Nuevo Mundo.
Pero de lo que me gustaría hablar es de lo invisible de verdad. Curiosamente, la gente rica no es ostentosa aquí. No se exhiben los anillos, ni se fanfarronea con un coche. No es que no pase, es que los ricos de verdad no lo hacen. No lo hacen porque no quieren verse involucrados en lo visible que describía antes. Nadie quiere que sus hijos sean secuestrados, ni ser chantajeado contra la integridad de su ser querido. Sorprendentemente, mientras entierran la riqueza de un país bajo la manta, los ricos mexicanos no son vistos, aunque casi todo el mundo los mira de vez en cuando. Salen en revistas, se cubren de gloria, pero pasean por cárceles de lujo en la que se les sirve con devoción desde niños. No tienen necesidad de conocer el mundo, de vivirlo, les basta con salir de su país para esto.
Otro aspecto por el que se mira mucho en México es la religión. Sin embargo, no se ve por ninguna parte una creencia firme, una disposición trancendental. Si existe algo que se pueda llamar carácter nacional, un pueblo mundano como el mexicano no podría jamás adorar una fe sin imágenes, sin Vírgenes de Guadalupe en las calles, en la paredes, en las postales, sin un santuario en el que una caja reza: "Deposite sus milagros aquí". Porque en México se cree en los milagros, en el milagro de que el país funcione, de que las cosas urgentes sean algo más que pendejos con prisa. En el milagro de que los ricos dejen de ser ricos. Las calles se llenan de manifestaciones en las que se pide, casi rezando, por un mundo más justo, por un salario más digno, por unos derechos anticuados que la constitución conmemora, mentando más que imponiendo.
En uno de sus libros, Slavoj Zizek, interpretando a Lacan, nos dice que "la ideología designa una totalidad que borra las huellas de su propia imposibilidad". Es como el bosque que no nos deja ver el árbol. En este caso, mirar la televisión es construir un México de lo invisible, de lo oculto tras una elaborada celebración autoafirmante de valor, irreal como cualquier otra, pero que escatima avisos para navegantes, dando patente de corso a todo lo que no se ve.

domingo, 11 de julio de 2010

en Gaza "I have a black future" comenta Mahmoud



Gaza se ha convertido en una cárcel de 151 kilómetros cuadrados. Pero eso ya lo suponen todos, lo que no podemos llegar ni a imaginar es lo que significa, lo que representa, aquellos que podemos hacer planes, pensar en el tiempo.

Eso me lo ha enseñado Mahmoud, el director del Centro de Asistencia Primaria de Jabalya (norte de Gaza), el concepto de tiempo. Porque yo tengo una mente que no solo puede sino que planifica. Puedo saber que aquí estaré uno, dos, tres años, media vida, lo que sea, y que luego puedo volver a Sevilla para ver a mi familia, o ir de vacaciones a donde me de la gana. Esos conceptos no existen en Gaza.

Mahmoud no puede hacer ningún tipo de plan ni siquiera para mañana porque no sabe si la luz estará cortada durante 8 o 12 horas, y todo lo que eso implica. No puede continuar sus estudios en otra Universidad, "I have a black future" me decia. No sabe que es lo que puede comprar ni para el ni para su familia porque no sabe que productos dejaran pasar los Israelíes influenciando en el precio diario de las cosas. 

Con Mahmoud, el medico y Sofian
Un medico del centro se aprendió la frase inglesa “one apple a day, keeps the doctor away”, en una de sus conferencias para los habitantes de Gaza lo meciono y se dio cuenta que un senor hacia cuenta con sus dedos  levanto la mano y le dijo que tenia 10 niños, como va un padre de familia a comprar 12 manzanas al día!.

Pero a Mahmoud le dan igual las manzanas, los cortes de luz, las casas llenas de agujeros de bala, o que llegue la flotilla o no llegue. A Mahmoud le preocupan sus hijos, de 6 y 2 años, y, por ello, es una de las primeras fotos que me enseña con el móvil, la sonrisa de sus hijos jugando. Pero su hijo mayor reconoce ya el sonido de los cazas israelíes cuando sobre vuelan Gaza.

Durante la operación Plomo Fundido, estaban todos escondidos en el pasillo interior de la casa para que no les dieran las “balas perdidas” ni las “balas encontradas”. Su hijo le preguntaba que por que les atacaban, y Mahmoud le respondía que no se preocupara que el que disparaba era su amigo Mushi y que a ellos no les iban a atacara. Durante el transcurso de la Operación decidieron irse mas al sur a casa de los abuelos. Cuando volvieron su casa había sido destruida por una bomba Israelí y el hijo le pregunto: Por que destruyo nuestra casa tu amigo Mushi?

Mahmoud se preocupa de que su hijo no aprenda la violencia, pero esta es una lucha a contracorriente, por mucho que le intente enseñar otras cosas, sus compañeros de clase son hijos, hermanos, nietos de mártires. Su hijo no tiene un parque donde jugar, ni siquiera pueden ir a la playa porque el año pasado una familia que estaba en la playa recibió un disparo de la flota Israelí y murió al completo. Existe un campo de futbito construido por el Ayuntamiento de Barcelona, durante la Operacion Plomo Fundido el IDF (Israel Defense Force) lo rodeo y atrinchero, y se pusieron a jugar al futbol, no es tan descabellada entonces la idea de Copolla de marines estadounidenses haciendo surf en Vietnam.

Todos viven en el miedo de la inseguridad, de lo que pueda pasar. Porque el Estado de Israel no solo somete a Gaza a una violencia física constante, sino estructural (encerrándolos), sicológica (casi el 80 por ciento de la población sufre de estres post traumático), económica (el desarrollo es una palabra de sueños) cultural (Israel dice que todos los niños de Gaza son terroristas en potencia, si no lo son ya, y ellos ven la television Israelí), y otros tipos de violencia que no podemos los europeos casi ni darles nombre, como la humillacion que supone el check point de Erez, el que la mayoría trabajara para Israel y de la noche a la mañana perdieran sus trabajos, el de cortar la luz cuando les da la gana (y el agua, ya ni os cuento) para que no puedan tener los servicios básicos. Y el puerto... Gaza, una franja hacia el mar no puede utilizar el Mediterraneo, ningun bote  puede alejarse mas de una milla si no quiere ser perseguida o atacada por la flota israeli a pesar de que los acuerdos de Oslo le daban 20 millas de navegacion.


El puerto de Gaza
Gaza es una bofetada a los derechos humanos, a la ONU, a las Convenciones de Ginebra y a todo lo imaginable. La culpa no debe decirse nunca que es de los israelíes, pero si de un Estado de Israel que somete todo lo que toca a su voluntad de Estado, a su Realpolitik, somete a los habitantes de Gaza, somete al que piensa diferente en Israel, somete al derecho internacional, somete a los europeos que se consideran adalides de la democracia, pero lo peor es que se somete a si misma sin saberlo. Porque toda institucion, como las personas, que viven generando tanta violencia, yo quiero pensar que sin ellos saberlo están sufriendo parte de esa violencia en sus carnes porque no pueden vivir con amor. Al menos Mahmoud busca todos los dias la sonrisa de sus hijos; el Estado de Israel buscan terroristas donde no los hay.